En esta vigésima tercera entrevista de la serie “Emprendedores sustentables de la Región de Valparaíso”, presentamos un nuevo emprendimiento que forma parte de la iniciativa “Comercio Verde” de R-Acciona. En esta ocasión hablamos de Taller Ardilla C y C (@ardillataller) con sus productos reutilizables, reciclables y muy prácticos para la decoración del hogar.
Carlos Alberto Elliott Valdés es chileno, oriundo de Valparaíso, proviene de una numerosa familia. Nos cuenta de su gusto por la música, la cual lo hizo desarrollar su lado artístico de sobremanera gracias a la cercanía inculcada por sus padres.
Nos cuenta además que es ingeniero en administración de empresas, profesión que lo llevó a trabajar en organismos de varios rubros, desarrollándose también por muchos años en el sector de la venta al detalle (retail).
Su emprendimiento nace con fuerza creadora y reconocimiento de lo que está a nuestro alrededor, de lo que el común de la gente desecha como algo inutilizable. Es ahí que junto a su socia dan rienda suelta a su lado artístico, plasmándolo en la creación de artículos novedosos con dichos materiales, recolectando, reutilizando y transformándolo con su carga energética positiva.
«Tenemos artículos como bandejas, canastas, colgadores, escalas, entre otros productos hechos de madera, bambú y todos los materiales que podamos recopilar transformándolos adecuadamente», comenta Carlos.
¿Qué procesos y materiales utilizas para la creación de tus productos?
-Adquirimos nuestra materia prima de forma espontánea, es decir, observando primeramente lo que hay en nuestra casa, aquellos elementos que vamos apilando y están en desuso; luego en la calle ya que de allí se recolecta mucho material que encontramos tirado, esos que se encuentran fuera de edificios, casas, desechos abandonados como “basura” en zonas de acopio, en fin, restos que no son aprovechados.
¿Qué cantidad de residuos generas al realizar tus productos?
-Prácticamente, los residuos que generamos son bajos ya que tratamos de utilizar todo y los remanentes son almacenados para futuros trabajos. Las pinturas, pegamentos, esmaltes, resinas y otros cuando se terminan se van juntando ya que, por ser tóxicos, los embalamos para luego destinarlos a lugares correctos de acopio.
En cada creación, nuestro taller reutiliza una a una las maderas, clavos y cualquier elemento de construcción como, por ejemplo, componentes metálicos alterados por el paso del tiempo, se realiza un cruce y aleación, innovando en colores de pinturas recopiladas, con resultados sorprendentes.